
A veces, a pesar de tus buenas intenciones, una conversación difícil se sale de curso. Quizá las emociones de tu contraparte hagan que el progreso se interrumpa, o la conversación se aleja del tema focal con frecuencia. Toma un respiro profundo para evaluar la situación y alejarte mentalmente de la conversación —como si fueras una mosca en la pared— y así, observar objetivamente la situación.
Podrías incluso describirla en tu mente para tu información: “Cada vez que menciono las cifras de ventas, él levanta la voz”.
A continuación, expresa tu observación con un tono tranquilo: “Parece que cada vez que las cifras de ventas salen a cuento, levantas la voz. ¿Me podrías ayudar a entender por qué?”.
Después, sugiere un enfoque distinto: “Si lo pensamos en conjunto, quizá podríamos encontrar la manera de resolver esto. ¿Tienes alguna idea?”.
Llevar la conversación a su meta original podría ser suficiente para reencaminarla correctamente.
(Adaptado de “HBR Guide to Dealing With Conflict”, de Amy Gallo).
© 2018 Harvard Business School Publishing Corp.
De: hbr.org
Distribuido por: The New York Times Syndicate
You must log in to post a comment.