El liderazgo trata con personas y sus dinámicas, que están en constante cambio. Nunca permanecen estáticas. El desafío del liderazgo es crear cambios y facilitar el crecimiento. Esto exige movimiento, el cual es inherente a avanzar de un nivel de liderazgo al siguiente.

El buen liderazgo no tiene que ver con avanzar uno mismo sino con avanzar su equipo.